Estamos en un mundo en constante cambio, en constante evolución, cada día aparecen cosas nuevas, cosas que nunca antes habíamos visto, y por lo tanto, en el mundo de las bibliotecas esto también se refleja, y además, se potencia mucho más por la rápida evolución de las tecnologías de la información y por la aparición de nuevas formas de comunicación.
Pero, el mundo de las bibliotecas, tiene que dar servicio a gran variedad de usuarios que se acercan a ella, desde la gente mayor, más tradicional y menos tecnológica, hasta la gente mas joven, cada vez mas acostumbrada a las relaciones virtuales. Esto implica que tiene que estar a la última en tecnología pero a la vez dar un servicio más tradicional. Porque no veo a mi padre, por no irme mas lejos, o la gente de su generación yendo a la biblioteca a coger un libro o simplemente a leer el periódico, y que se encuentre que tiene que hacerlo todo a través de un ordenador, ellos necesitan una relación mas de tu a tu, necesitan sentir el contacto físico, tanto con las personas como con los libros, necesitan algo tangible y no tan virtual.
Pero, no solo, las bibliotecas se tienen que preocupar de este tema, sino que también se tiene que preocupar de cómo gestionar el gran volumen de información que se genera y ponerla a disposición de todos estos usuarios.
Y en esto, es donde las bibliotecas tienen un duro trabajo, en compaginar lo tradicional con lo moderno, en adaptarse rápidamente a los cambios de la sociedad y en poner a disposición de los usuarios una información de calidad y siempre adaptada a sus necesidades.
Bueno, pues esto ha sido todo por hoy.
Hasta pronto.
1 comentario:
Elena, estoy esencialmente de acuerdo contigo pero cada día más veo y escucho a gente mayor de 60 años hablando de compartir fotografías del viaje en Flickr, de retocarlas con Photoshop y leyendo cosas en el iPad. Sí, son minoría pero... ¿por cuánto tiempo? Alfabetización para lograr lectores, sí. Pero alfabetización para lograr también incluidos digitales.
Tony
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